En el templo de San Felipe, esta la imagen de Jesús del rio, aparecida en una espesa tapia de tierra apisonada que ha soportado pétreamente, en cerca de 2 centurias su traslado a cinco nichos diferentes con la consistencia de una roca parecida a la solidez de la fe pastusa.
El templo de San Felipe Neri, de estilo renacentista, cuenta en las naves laterales con una serie de altares y hermosas imágenes que conservan el esmero de las figuras de la talla en madera propia de la artesanía nariñense. Así mismo, se destaca un hermoso retablo central de veintidós metros de alto, de estilo gótico, obra del ebanista Adolfo Esparza quien se basó en el diseño del Padre oratoriano Juan Bautista Bucheli Bucheli, hábil arquitecto, quien también fue director de la obra.
El pulpito de estilo gótico está sostenido por una columna a manera de capitel que armoniza visiblemente con el altar mayor. En cada columna se encuentran pinturas al fresco. El templo alberga un órgano de nueve metros de altura, traído de Paris por el acaudalado pastuso Felipe Díaz Eraso. Después de muchas dificultades en el viaje, llegó a Pasto por Barbacoas a fines de 1903.
En su fachada sobresalen la elegancia de sus formas arquitectónicas, sus cúpulas y torreones con cupulillas que se aprecian desde varios puntos de la ciudad. Observar esta obra arquitectónica de majestuosa belleza, representa un deleite para el espíritu, el cual no puede dejar de conocer.
En su fachada sobresalen la elegancia de sus formas arquitectónicas, sus cúpulas y torreones con cupulillas que se aprecian desde varios puntos de la ciudad. Observar esta obra arquitectónica de majestuosa belleza, representa un deleite para el espíritu, el cual no puede dejar de conocer.

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